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Permanent URI for this collectionhttps://hdl.handle.net/20.500.14595/796

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    EFECTIVIDAD DE UN PROGRAMA DE PREHABILITACION QUIRÚRGICA EN PACIENTES LLEVADOS A CIRUGÍA DE CITORREDUCCIÓN Y QUIMIOTERAPIA INTRAPERITONEAL HIPERTÉRMICA EN EL INSTITUTO NACIONAL DE CANCEROLOGÍA – INFORME PRELIMINAR
    (2025) Osman Osvaldo Alfonso Valderrama
    La cirugía de citorreducción (CCR) con quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC, por sus siglas en inglés), conocida también como cirugía de Sugarbaker, constituye actualmente el estándar de manejo para pacientes con malignidad peritoneal primaria o secundaria derivada de tumores como el cáncer de colon, apéndice y el pseudomixoma peritoneal; Gracias a esta estrategia, los pacientes con enfermedad metastásica confinada al peritoneo puede mejorar su pronóstico, pasando de una supervivencia promedio de 5-8 meses con manejo paliativo a una supervivencia media de 45 meses. Sin embargo, este beneficio en la supervivencia se obtiene a expensas de una alta morbimortalidad asociada al procedimiento. Es importante destacar que, a pesar de los avances técnicos y del mayor conocimiento clínico, sigue siendo un procedimiento con una tasa alta de complicaciones; diversas series reportan una estancia hospitalaria promedio de 13 días, una tasa de reingreso del 11 %, morbilidad global del 33 % y una mortalidad asociada al procedimiento del 2 %. Adicionalmente, algunos de los pacientes tratados exitosamente no logran recuperar sus niveles basales de salud ni calidad de vida; esto se atribuye a que los pacientes llegan a la cirugía con un deterioro nutricional, físico y psicológico, consecuencia tanto de la enfermedad como de los efectos secundarios del tratamiento oncológico . En la actualidad, una alternativa para mejorar las condiciones de los pacientes antes de ser llevados a cirugía es contar con programas de prehabilitación o programas de atención perioperatoria. Estos programas integrales abarcan tres áreas fundamentales: optimización nutricional, entrenamiento físico y apoyo psicológico. Se sustentan en un enfoque multidisciplinario que incorpora diversas intervenciones antes de la cirugía, con el propósito de potenciar las condiciones iniciales del paciente y prepararlo frente al estrés quirúrgico. El objetivo principal es mejorar la recuperación postoperatoria, facilitar el retorno a las actividades cotidianas y, en última instancia, elevar la calidad de vida del paciente . Actualmente, existe evidencia que respalda la efectividad de incluir un programa de prehabilitación quirúrgica en pacientes sometidos a cirugía mayor . Sin embargo, no se han desarrollado estudios que evalúen su impacto en contexto específico de cirugía de Sugarbaker. Por esta razón, el presente estudio tiene como objetivo principal analizar la viabilidad y efectividad de implementar un programa integral de prehabilitación multimodal en pacientes con carcinomatosis peritoneal sometidos a CCR con HIPEC. Este proyecto es particularmente importante, debido a que, hasta el momento, no se han realizado investigaciones similares en la región, lo que lo posiciona como un estudio pionero en América Latina.
  • Item
    Valoración del índice de comorbilidad de Charlson en pacientes mayores de 60 años llevados a cirugía en el Instituto Nacional de Cancerología. Estudio Cross sectional
    (pendiente, 2024-04-20) Jhonny Alberto Sierra Marin
    En las últimas décadas se ha visto un envejecimiento gradual de la población en todo el mundo, lo que se traduce en cambios en la forma en que las enfermedades crónicas se asocian en un mismo paciente y provocan descompensaciones, una mayor dependencia y una hospitalización más prolongada. La mayoría de los pacientes con cáncer son tratados con cirugía o requieren alguna intervención como parte de su tratamiento, cirugía como parte de un régimen de tratamiento multimodal, paliación de síntomas o tratamiento de complicaciones (1-3). Este cambio poblacional inicio especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX evidenciando una inversión en la pirámide poblacional que están experimentando países desarrollados como Japón y España secundario al aumento en la población mayor de 60 años, creando retos para los sistemas de salud y la atención de pacientes. En Colombia según datos del Departamento Nacional de Estadística (DANE), la población considerada anciana, definida como mayor de 60 años son 5.860.980 habitantes, de los cuales 1.641.819 son mayores de 75 años, se espera que la población colombiana para el 2035 sea 57.804.147, siendo el 19.2 % (11.098.397) mayores de 60 años(4) , esto sumado al aumento en la supervivencia global y supervivencia libre de enfermedad derivada de los tratamientos multimodales para el cáncer hace que la proporción de pacientes susceptibles a ser sometidos a algún tipo de intervención quirúrgica tenga un aumento sostenido. El incremento en la expectativa de vida y el aumento de la incidencia de cáncer con la edad hace que la probabilidad de desarrollar cáncer invasivo sea aproximadamente 1 de cada 2 para los hombres y 1 de cada 3 para las mujeres, Además casi dos tercios de los tumores sólidos son diagnosticados en pacientes mayores de 65 años, con una incidencia anual ajustada por edad que ha mostrado un incremento lento pero constante aproximadamente del 15 % en los últimos 30 años(5). Se estima que el aumento de la población mayor de 60 años y la relación entre el aumento de la incidencia de tumores sólidos y la edad tengan como consecuencia que un mayor número de pacientes considerados ancianos sean sometidos a cirugía y a los posibles riesgos que esto implica. Sin embargo en los pacientes ancianos que sean aptos para cirugía, no existe límite en cuanto a las intervenciones que pueden realizarse y los resultados son comparables con respecto a los pacientes jóvenes(6). Existen varios métodos de clasificación de riesgo pre quirúrgico que incluyen medición de parámetros bioquímicos y escalas de valoración de comorbilidades que ayudan en la valoración de pacientes ancianos que serán sometidos a cirugía, para lograr el mejor desenlace posible. Aunque el número de pacientes de edad avanzada en la práctica quirúrgica oncológica está aumentando, quedan muchas preguntas sobre la toma de decisiones óptima y la planificación del tratamiento para el paciente geriátrico. En los últimos años ha habido un aumento en el número de informes sobre los resultados después de la cirugía oncológica y las herramientas que permiten una estimación preoperatoria de la fragilidad, sin embargo, estos métodos no se han validado en los pacientes con cáncer y faltan estudios que valoren la comorbilidad pre operatoria y las herramientas para medirlo en el contexto fisiopatológico que implica el cáncer.